¿Cómo regar tu nueva planta?
Una de las razones más comunes por las que las plantas dentro de las casas se mueren es que muchas veces las regamos de más. Así que para que no la riegues, quiero dejarte los mejores métodos para seguir cuidando a tus queridas plantas.
¿Cómo regar a tus plantas?
La mayoría de las plantas pueden regarse desde arriba. Si tu planta tiene muchas hojas y no te deja ver la tierra, te conviene regarla desde abajo, así evitaras salpicar a las hojas de agua y ensuciar tu casa.
Las orquídeas se pueden sumergir y dejar escurrir, esto hace que la corteza que usan como tierra, absorba la cantidad de agua correcta.
Riega tus plantas con agua a temperatura ambiente hasta un poco más tibia, esto evitará que le de un shock térmico.
Algunas plantas como son las bromelias prefieren el agua de lluvia ya que son muy sensibles a los químicos que vienen en el “agua de la llave”, aunque realmente son la minoría.
Desde arriba
Si tienes una regadera de plantas es tu momento de usarla, si no tienes una no te preocupes puedes usar cualquier recipiente, a veces una botella de agua puede ser una gran solución pues te va a permitir llegar a la tierra de la planta más fácil que con otros recipientes.
Cuando uses esta técnica riega alrededor de toda la planta para que se quede uniformemente húmeda. Es importante que el exceso de agua pueda salir por los hoyitos de la maceta para que no la ahogues en caso de haberle puesto agua de más.
Desde abajo
Usa este método para no salpicar las hojas y así evitar las manchas o marcas que pueden hacer que tus plantas no se vean bonitas.
Primero pon a tu planta encima de un plato (o como lo hago yo, en un tupperware) con un dedo de agua y déjala cerca de 30 minutos. Una vez que haya pasado el tiempo quita la maceta de encima del plato o tupper y déjala que escurra el exceso de agua en el fregadero alrededor de 5 minutos, aunque todas las plantas son distintas es un tiempo aproximado que seguro te dará buen resultado.
Sumergir y escurrir
Una buena técnica para regar a las orquídeas: coloca la maceta en un contenedor con agua al tiempo (más tibia que fría) y déjala adentro por 10 minutos. Una vez que hayan pasado los 10 minutos déjala escurrir el exceso de agua.
¿Cuánta agua?
Aquí te dejamos unas cosas a considerar cuando estés tratando de descubrir cuando y cuanto regar tus plantas:
- Regarla de más es la causa número uno de muerte en plantas que viven dentro de casa. Aunque es mejor regarla de menos que regarla de más, ten cuidado de no hacerlo tampoco.
- Un horario es bueno para empezar a conocer tu planta, pero lo más recomendable es ir conociendo a tu planta y sus necesidades. La mayoría de las plantas solo necesitan agua cuando los 2 cm de la tierra de hasta arriba está seco. Toca la tierra con tu dedo para sentir la tierra. Si las hojas tapan la superficie de la tierra no te preocupes, otra forma es cargando la maceta, si la maceta es muy ligera significa que la tierra está seca, y necesitas regarla.
- Intenta que la tierra esté húmeda, no mojada. Muchas plantas odian estar en una tierra empapada así que siempre deja que el agua extra escurra y asegúrate de quitar esa agua del plato para evitar bichos y plagas que se forman a partir de esto.
- La mayoría de las plantas necesitan menos agua en invierno que en verano porque en invierno no están creciendo activamente. Algunas plantas necesitan este periodo de invierno para descansar de florecer.
¿Qué hacer si mi planta se está poniendo triste?
¿Falta de agua?
Primero es importante verificar que tu planta está triste por falta de agua ya que también puede estar triste por haberla regado de más. Para esto toca la tierra con tus dedos y verifica que está seca.
Antes que nada, mueve a tu planta a un lugar sombreado y llena un contenedor con agua al tiempo (más tibia que fría). Mete la maceta al contenedor con agua durante 30 minutos. Tu planta debe de revivir dentro de una hora aproximadamente.
¿Exceso de agua?
Este problema es más serio que haberla regado de menos ya que el exceso de agua puede matar a tu planta más rápido que haberla regado de menos.
Para salvar a tu planta sácala de la maceta y envuelve a las raíces en periódico o servitoallas, cambiándolas hasta que se absorba toda la humedad. Vuelve a plantarla en una maceta con tierra nueva y aléjala del sol directo. Mantén la tierra solo húmeda durante las siguientes semanas.